Otro inmigrante cubano radicado en Estados Unidos ha sido deportado al continente africano, según informaron las autoridades estadounidenses.
Esta vez el país de destino no es Sudán, adonde ya fueron enviados dos cubanos, sino Esuatini, un pequeño reino bordeado por Sudáfrica, con frontera en el noreste, con Mozambique.
La subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, informó que el cubano es parte de un grupo de cinco inmigrantes deportados, que incluye uno de Vietnam, uno de Jamaica, uno de Yemen y otro de Laos.
Según explicaron, los cinco fueron conducidos desde EEUU hasta Africa en un avión de deportación.
En el caso del cubano, indican que se trata de un hombre condenado por asesinato en primer grado y agresión con agravantes, agresión con agravantes a un agente de policía, hurto mayor de vehículo, conducción temeraria con fuga agravada; sentenciado a 3 años de prisión y miembro confirmado de la pandilla Latin Kings.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo que estos "inmigrantes ilegales delincuentes son tan brutales que sus países de origen se negaron a aceptarlos".
"Estamos expulsando a estos criminales convictos de nuestro territorio para que nunca más puedan lastimar a una víctima estadounidense", indicó la agencia federal.
La Administración del presidente Donald Trump activó la ampliación del programa de deportación a terceros países, por medio del cual fueron deportados a Sudán los cubanos Enrique Arias Hierro y José Manuel Rodríguez Quiñones.
Arias Hierro, de 47 años, residente del condado Miami-Dade, quen fue arrestado 7 veces en 1997 y en dos ocasiones en 2006. Finalmente el 2 de mayo de 2025 volvió a ser detenido y entre sus antecedentes penales se incluyen condenas por homicidio, robo a mano armada, suplantación de identidad, secuestro y robo con violencia.
En el caso de Rodríguez Quiñones, de 54 años, fue detenido en 2008 en el condado Miami-Dade por cargos de tráfico de cocaína. Luego, entre 2010 y 2021 fue detenido por asesinato en primer grado con arma de fuego. El 30 de abril de 2025 fue su última detención y condenado por agresión con violencia y hurto, posesión y tráfico de cocaína.
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